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martes, 23 de marzo de 2010

JOSÉ HELBERT BUITRAGO CORTES 2ª Parte

MIS SENTIMIENTOS RELIGIOSOS

A partir del descubrimiento de América, concretamente del 12 de octubre de 1.492, se inició la evangelización en este continente. Me referiré a Colombia en particular. Sacerdotes católicos, apostólicos romanos, se vinieron con los invasores españoles y de otros países del antiguo continente. Y a las buenas o a las malas, nos obligaron a aprender las preguntas y respuestas del catecismo del padre Astete, rezar el Rosario, el Padre Nuestro y el Ave María. De memoria nos hicieron aprender los 10 mandamientos, los 7 sacramentos, las 14 obras de misericordia, que se nos dijo que eran o son 7 espirituales y 7 corporales.

Se nos ha venido intimidando de generación en generación con el infierno y con el demonio. Diariamente los sacerdotes celebran un sin número de misas, la inmensa mayoría pagas por los fieles, repitiendo y más repitiendo los evangelios, la semana santa, la navidad y otras fiestas religiosas.

Considero que esa repetición y más repetición, es lo que ha incidido para que hayan aparecido unos señores que se hacen llamar pastores, y quienes se dedican enseñar a los incautos otras creencias religiosas. Pero lo real, es que todas las religiones, tanto los sacerdotes católicos como los pastores, han convertido la religión en un factor comercial. Los primeros, cobran por bautizar, por casar a las parejas, por expedir la partida de bautismo, por celebrar misas, cobran limosnas, cobran bendiciones de sirios, imágenes, estatuas, escapularios, camándulas y porciones de agua, por enterrar a los muertos y por guiar a las benditas almas al trono celestial.

La mente de los sacerdotes está invadida por el sin monedas y pesos, que nadie les puede saciar. Los lujos de sus altares y de sus vestimentas sólo son comparables con el trono celestial, que los mismos papas y otros prelados se han ideado. Las basílicas y millones de templos con sus respectivas casas cúrales, resplandecen tanto en la superficie terrestre donde las construyen, como en el firmamento en donde terminan con enormes cúpulas y torres de finísimo mármol. En tanto que millones de personas viven en casuchas humildes, debajo de los puentes y otros inhóspitos lugares.

Los sacerdotes católicos y los famosos pastores, se alimentan de manjares costosísimos y abundantes, en tanto que sus fieles en su gran mayoría, nos alimentamos con productos de baja calidad y en pequeñísimas dosis.

Los pastores, han logrado convencer a muchas personas, para que asistan a sus ceremonias religiosas, sin que ellos hayan estudiado teología u otra ciencia que los haya capacitado para interpretar y comprender la biblia que tanto predican. En fin, estos sacerdotes y pastores que abundan por doquier, constituyen otro gobierno, indolente, prepotente y mentiroso. Por ello, he optado, por seguir esta línea de comportamiento religioso. “Hacer el bien que humanamente me sea posible a otras personas. Pero si no puedo servirles, por lo menos, nunca hacerle el más mínimo perjuicio a nadie”

Hace el espacio aproximado de tres años, dialogaba con un familiar, ilustre y de sanas costumbres, cuyo nombre intencionalmente oculto, pero que desde hace un considerable tiempo se dedicó a mas de ejercer su profesión real, a cristianar, si se me permite ese término, a personas que asisten a cultos que han surgido desde el año de 1.991. El llegó a considerar que me había vuelto ATEO, igual criterio, tiene un cuñado de mi misma edad y que persistentemente lee cuanto pasaje bíblico encuentra en las páginas de ese sagrado libro. Su nombre tampoco lo inserto en esta crónica, por razones que no considero necesario aclarar. Diré que se equivocan abismalmente, al llegar a semejante convicción. Las oraciones que con alguna frecuencia rezo, son el credo, la salve o Ave María y el Padre Nuestro. Pero contrario a lo que hacen millones de personas, que recitan el credo como simples loros, yo analizo, valoro y ejercito las quince manifestaciones de fe, que él contiene; 1. " Creo en Dios Padre Todo Poderosos”, naturalmente que sí; 2. “Creador del Cielo y de la tierra”, naturalmente que sí; 3. “Y en Jesucristo su único hijo Nuestro Señor”, obviamente sí; 4. “que fue concebido por obra y gracia del Espirito Santo”, también lo creo; 5. ”nació de santa María Virgen”, si fue así; 6. “padeció bajo el poder de Poncio Pilatos”, también lo creo; 7. “fue crucificado muerto y sepultado”, También fue así, 8. “descendió a los infernos y al tercer día resucitó de entre los muertos”, aunque está mal redactado, porque nadie resucita de entre los vivos, si lo creo; 9. “subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios padre Todo Poderoso”, independientemente que esté a la derecha o a la izquierda o en otro lugar, digamos que sí creo; 10. “desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos”, los vivos estarán en esta tierra o en otros astros, pero los muertos no se sabe en dónde se puedan encontrar para esa época; 11. “creo en el Espíritu Santo”, claro que sí; 12. “la santa iglesia católica”, parcialmente creo, mas no en quienes la predican pero no la aplican; 13. “la comunión de los santos”, NO CREO en eso por dos aspectos, primero porque los miles de millones de personas que he visto comulgando, no son santos y segundo porque no puedo concebir que una persona se coma el cuerpo y beba la sangre de quien se hizo hombre, como si ese cuerpo y sangre no mereciera profundo respeto. No es lógico, ni natural comer cuerpo y sangre de alguien; 14. ”el perdón de los pecados”, creo que los pecados los perdona Dios si el pecador se lo solicita, pero no necesita intermediarios para ejercer ese perdón y menos de pecadores como lo son los sacerdotes, obispos y en general clérigos, que por su condi¬ción de seres humanos, están expuestos a pecar aún con mayor frecuencia, que las personas que no tenemos esos calificativos; 15. “la resurrección de la carne y la vida del mundo futuro”, esto no lo creé ni el mismo que se lo ideo, cual carne, si ya no existe. Y volver a tener vida la carne del ser humano, para seguramente volver a morir, después de sufrir unos años, no tendría sentido. Y cuál mundo futuro, si se dice que el mundo tendrá su fin tarde o temprano.

No creer, en lo que por simple ley natural, no es creíble, jamás se puede considerar que eso sea ser uno ateo.

Conozco miles de personas que se consideran que actúan conforme a las enseñanzas de la biblia y lo que refieren los sacerdotes, pero en la práctica, no ejercitan tales enseñanzas, si no, todo lo contrario, se confiesan y rezan y al minuto siguiente, pecan y de qué manera. Por aquello de que quien peca y reza, empata. Esto en cuanto a mi fe y creencias. Pero además en lo que a mí respecta, diré que practico a cabalidad ya hasta lo que me permite mi condición humana, los diez (10) mandamientos de la Ley de Dios, al igual que las leyes humanas, y aunque corra el riesgo de que se me dé el calificativo publicano o algo similar, diré con certeza íntima, que no me confieso ante los curas, porque nada tengo de qué me curen. Repito, me confieso ante Dios, mentalmente y le pido perdón y misericordia, “al que sí tiene toda la potestad”. Asisto a misa de vez en cuando, con toda la fe. He cumplido con los sacramentos que como persona del común me corresponde. A nadie trato de inducir, como sí lo hacen muchos, para que sigan al pie de la letra mi comportamiento religioso, me mortifica al máximo, los que me tratan de convencer sobre lo que dijo o lo que no dijo algún profeta, algún apóstol o algún papa, y mucho más, lo que algunos individuos, hombres o mujeres, recorren los barrios y golpean en las puertas de las casas, dizque predicando la palabra de Dios.

2 comentarios:

Marlen dijo...

me identifico plenamente en lo que mi padre escribe aqui... pienso que la mejor manera de practicar nuestra religiosidad cualquiera que sea es viviendo a plenitùd, siendo feliz y no jodiendole la vida a los demás. HE DICHO...

Administrador dijo...

La verdad lo unico que puedo decir es que respeto el criterio y los pensamientos del Abuelo son muy profundos y bien redactados. Y ademas tiene razon al respecto de la iglesia ya que en nombre de Dios cuantas guerras no se han hecho, en las que han muerto millones de personas, tratando de imponer sus creencias. Pienso que cada uno es libre de creer o no creer y a su manera hacerlo; siempre y cuando no sea por que alguien lo induce o le dice que creer.
Muy buena esta parte de la biografia, no esperaba menos.

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