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viernes, 30 de octubre de 2009

BETSY MABEL BUITRAGO ORDOÑEZ.

AUTOBIOGRAFIA


Nací en un pueblo de Boyacá llamado Otanche,el 10 de Octubre de 1959, allí viví hasta los ocho años aproximadamente, de ese período recuerdo que hice mi primera comunión por puro capricho porque aún no tenía edad para hacerla, pero al ver que mis hermanas mayores la hicieron y les dieron regalos y estrenaron sendos vestidos blancos armé tremenda pataleta y hasta me caí de un puentesillo que atravesaba la estancia entre la casa y el solar donde habitábamos. De ese hecho aún conservo una pequeña cicatriz en la parte inferior de mi
 boca, debo aclarar que de nada me sirvió el berrinche porque no me compraron vestido nuevo tuve que usar el que era de mi hermana Elizabeth y ni siquiera me tomaron fotos pues solo se conservan algunas de mis hermanitas, aunque no lo crean estos hechos me marcaron bastante. En Otanche cursé hasta segundo de primaria .


Por un golpe de suerte mi papá se enguacó en las minas de esmeraldas de Coscuéz,y así con un maletín lleno de dinero en efectivo (130.000 pesos),nos llevó para Chiquinquirá donde nos compró una bellísima casa como era su sueño según nos comentaba tiempo después. Todo hubiera sido perfecto si la ubicación de la casa hubiera sido en otro barrio, digo esto porque el barrio de la susodicha casita era el mejor de la ciudad por aquel entonces: BARRIO CHICÓ, es apenas comprensible que no encajáramos en aquel entorno; para nada nos podíamos comparar con todos aquellos niños y jóvenes hijos de los doctores y personajes prestantes de la ciudad quienes nos hacían sentir como mosco en leche, pueden imaginarse nuestros atuendos, ropita de campesinitos, elaborada por mi mamita que con zumo cariño nos cosía, claro está que ella no era modista ni había hecho curso alguno, ni hablar de los juguetes que en el caso de ellos eran bicicletas carros de colección, juegos de mesa etc. mientras que nosotros no teníamos ni una muñeca por económica que fuera, de pronto alguna pelotica de plástico pequeña que debíamos compartir entre los once hermanos, por supuesto las peleas no se hacían esperar, el vocabulario y muchos otros detalles que agrandaban el abismo entre esa gente y nosotros. Así transcurrió mi infancia y parte de mi pre-adolescencia entre ires y venires a comprar claros (sangre de la vaca), cerca de la casa donde vivían mis abuelos paternos o a jugar en la carrilera del tren a empujarnos desde una pequeña pendiente para caer rodando y volver a subir.

Allí también ví surgir como de una crisálida a unas hermosísimas jovencitas muy alegres y asediadas entre los muchachos pero obviamente no de la cuadra de donde habitábamos, sino del colegio o de otros barrios, siendo particularmente hermosa mi hermanita Fanny y muy elegante por cierto gracias a la amistad que entabló con Irenita la que después se convertiría en la esposa de mi tío Hugo hermano de mi padre. Irene era diseñadora de modas y modista de profesión lo cual fue muy favorable para que Fannita luciera hermosos trajes elaborados con telas baratas. Bueno las cosas cambiaron un poco cuando nos trasladamos de ese barrio a uno mas popular: El barrio Boyacá allí hicimos amistades con los niños de la cuadra organizábamos juegos con ellos aunque aún no teníamos juguetes esos niños compartían los de ellos sin hacernos sentir mal, mis recuerdos de estudiante me remontan a dos o tres eventos tristes, uno de ellos fue haber estudiado en la Escuela Normal de Señoritas con mi hermana Aurora ese fatídico primer año en que nos vinimos del pueblo; si la discriminación en el barrio se notaba, en ese colegio nos la hacían tragar literalmente, para colmo de males la alimentación nuestra era tan precaria que ocurría que con frecuencia estábamos enfermas del estómago con diarrea o con flatulencias que nos avergonzaban a menudo y como si esto no fuera suficiente mi madrecita nos empacaba in unas bolsas plásticas como suculentas onces : maíz pira y huevo cocido a la usanza del campo de donde ella proviene, sobra aclarar la vergüenza que sentíamos de consumir esas viandas mientras las demás comían frutas, jugos y “alimentos de paquete ”, o compraban golosinas en la cooperativa del colegio, aún veo en mi mente y me dan pesadillas con una profesora llamada Emma , su cara estaba quemada a la mitad e inspiraba temor. Por fortuna ese calvario solo duró un año, tiempo suficiente para que mi hermanita Auris le cogiera fastidio al estudio. Otro hecho triste sucedió años después cuando yo estaba haciendo mi bachillerato en un colegio de mi agrado El Pio Alberto Ferro Peña, y estando en décimo grado a mas de medio año tuve que abandonar los estudios junto con mi hermanito Jairo porque la situación económica tocó la cima, debíamos trabajar para ayudar a los más pequeños, mis tres hermanitas mayores ya se habían retirado un tiempo atrás, el trabajo en Bogotá en cualquier cafetería, afortunadamente al siguiente año pudimos regresar para seguir estudiando pero mi mejor amiga Bety Rojas ya entraba a Once, por lo que decidí estudiar estos dos últimos años en El Liceo Nacional José Joaquín Casas. El tercer evento que me marcó fue precisamente el día de mi grado, para mí era muy significativo pues yo era la primera bachiller de la familia, no hubo paseo y eso no me importó, no hubo fiesta y no era importante, lo triste es que para mis padres ese hecho no era trascendente yo no tenía a quién dedicarle ese primer triunfo, no sé aún quién obligó a mi madre a asistir lo cierto es que cuando recibí el cartón de grado se lo entregué a mi profesor de matemáticas quien 10 días después de ese evento se convertiría en mi esposo como la peor locura que adolescente alguno pueda cometer pues no nos conocíamos y por supuesto no nos amábamos.

Me casé, y de ese matrimonio nacieron 4 hermosos hijos, tres varones y una niña en un lapso de 6 años aproximadamente, pero lo que mal empieza mal termina, Mi esposo jamás se pudo enamorar de mi, pues venía maltratado de una relación anterior; niña a quien amó mucho y a quien nunca pudo olvidar, yo le aguanté muchos maltratos incontables hasta que decidí separarme. De esta época no voy a escribir mucho pues aún me lastiman los recuerdos y no se si pueda ser objetiva e imparcial para abordar el tema creo que algún día escribiré al respecto sin tanto dolor. Pero lo que si no puedo obviar es alabar a Dios y agradecerle por el regalo que me dio al darme esos hijos tan maravillosos que son mi orgullo y mi estandarte. Ellos son los que han hecho que esta etapa de mi vida valiera la pena vivirla.

Al separarme me fui a vivir a Zipaquirá donde mi hermanita Fanny quien me recibió con los brazos abiertos con mis cuatro hijos, allí compartimos su pobreza pero también su amor y generosidad, por consejo de ella me vine para Bogotá a estudiar, estudié preescolar en la Universidad Santo Tomas de Aquino aunque me hubiera gustado haber podido estudiar medicina, obstetricia mas exactamente que era la carrera que me trasnochaba desde niña.

Después me vine con los niños para Bogotá, acá conocí a Fernando mi actual esposo hemos pasado por muchos contratiempos pero puedo decir sin temor a equivocarme que esta ha sido la mejor época de mi vida, conocí verdaderamente qué es sentirse amada, y también aprendí a corresponderle a ese amor, tanto que me arriesgué a darle una hermosa hija que ha sido una bendición para el hogar, el premio a muchos años de penalidades, se convirtió en el motivo para querer seguir viviendo, y vaya que ha conseguido darnos las fuerzas para luchar y obtener muchos logros.

Haciendo remembranza creo que llevamos viviendo por lo menos 17 años y todos y cada uno de ellos muy felices, aspiramos llegar a viejitos juntos si Dios lo permite. Actualmente acabo de cumplir 50 años y siento que he vivido bien y si tuviera la oportunidad de cambiar algo esto sería únicamente apartes de mi niñez y mi adolescencia pero nada mas porque si no hubiera conocido a Alvaro mi primer esposo hoy no contaría con esos lindos cuatro hijos que tuve con él y que no cambio por nada en el mundo.

Y con esto doy por terminada mi autobiografía, espero que las actuales y futuras generaciones de mi familia cuando la lean puedan darse una idea de quien soy y de quien fui y que puedan sacar provecho de mis vivencias especialmente la tenacidad y empeño que hice por lograr por fin la felicidad que en últimas debe ser el objetivo de todo ser humano. GRACIAS. Octubre 30 de 2009.

5 comentarios:

Administrador dijo...

Me gusto mucho, es muy sentida, te felicito madre..

juliana dijo...

Tia que chevere conocer tu vida
y cada una de las experiencias que mas la marcaron, te felicito por esa tenacidad que tuviste para salir adelante, eres un gran ejemplo para todos y espero quelo que te queda
de vida que es muchisimo lo puedas disfrutar al maximo con mucha felicidad al lado de todos
los que te amamos
te quiero mucho juli

Marlen dijo...

hermnanita te felicito por
haber sido la primera en publicar la autobiografia,como de costumbre que facilidad para escribir, espero que todos nos animemos
a realizar la nuestra un beso

Unknown dijo...

tia la verdad muy buena
jeje
que calamidades aquellas pero al final de todo
vemos que con esfuerzos y sacrificios se consigue todo aquello que anhelamos

Unknown dijo...

parcero le falta es un vinculo para ir a la parte principal de la pagina (inicio)

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